Esos cuerpos durmientes siempren remueven. En Pristina fotografié a un niño de 4 o 5 años que dormía en el suelo, junto al hotel y a las puertas de una organización de seguridad internacional. Llamé a una cooperante y en vano intenté que alguna asociación se hiciera cargo. Luego llegó su hermana de 7 y se tumbó junto a él. Cuando volví, la niña intentaba despertarlo a golpes, no sé qué se habría tomado el niño, bajo el sol de la tarde y con los ruidos y coches y obras, no se despertaba.
4 comentaris:
Quizá espere pacientemente para donar su cuerpo a la ciencia.
Saludos.
tal vez tampoco nos quede parís, verdad?
los restos de una sociedad opulenta a las puertas del tan imponente como impenetrable palacio de la salud
Però si al costat dels paquets m' hi sembla veure un home...
Esos cuerpos durmientes siempren remueven. En Pristina fotografié a un niño de 4 o 5 años que dormía en el suelo, junto al hotel y a las puertas de una organización de seguridad internacional. Llamé a una cooperante y en vano intenté que alguna asociación se hiciera cargo. Luego llegó su hermana de 7 y se tumbó junto a él. Cuando volví, la niña intentaba despertarlo a golpes, no sé qué se habría tomado el niño, bajo el sol de la tarde y con los ruidos y coches y obras, no se despertaba.
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